Tacos de Atún

Esta receta la comí en un bar en Sevilla, (no recuerdo en cual), mientras buscaba el que seria mi bar favorito durante mi estadía.

El camarero me la explico detalladamente. Aunque ahí dice tacos no lleva tortilla. Debo decir que si pedí la receta fue por que es muy fresca y con el calor de Sevilla, esto acompañado de una cerveza helada es muy cercano a un orgasmo.

La prepare dos o tres veces mientras estuve allá. Aqui solo la he hecho una vez.

Se las comparto.

En un recipiente mezclamos a partes iguales sal, azúcar y un toque de pimienta, debe ser la cantidad suficiente como para cubrir el trozo de atún que vayamos a utilizar por los dos lados. En este caso yo tenía dos trozos que pesaban poco más de 1 kilo cada uno. Así que utilice como ½ kg de mezcla.

Tomamos el atún fresco, lo cubrimos con la mezcla de sal y azúcar por la parte de arriba, después lo que haya sobrado lo pondremos sobre un plato, de preferencia grande y hondo (ya que suelta mucha agua), y pondremos encima el atún por el lado que no tiene sal. De esta manera los dos lados quedaran cubiertos por la mezcla. Llevamos al refrigerador. El tiempo de reposo va a depender del tamaño del trozo de atún. Lo que hace la mezcla de sal y azúcar es deshidratarlo, pero si se deja mucho tiempo se hará gomoso, y la textura que buscamos es la de carne tierna. Yo lo deje más o menos 40 minutos.

Mientras el atún reposa, vamos a cortar pimiento, cebolla (yo use morada por el color y el sabor), y jitomate. (Como una especie de pico de gallo sin picor). 

Primero picamos la cebolla y la ponemos en un tazón donde la desflemamos con limón o vinagre (o las dos).

Después picamos el jitomate y el pimiento. Los agregamos junto con la cebolla.

Los refrigeramos un poco para que estén frescas.

Pasado un tiempo sacamos las verduras y el atún del refrigerador.

Lavamos el atún hasta quitarle toda la mezcla de sal y azúcar.

Lo partimos en tacos (trozos, de ahí el nombre de la receta) al gusto, yo los corte un poco groseros, como de un centímetro tal vez.

Mezclamos todo junto.

Agregamos un toque de aceite de oliva, un poco de pimienta al gusto.

Acompañamos con una cerveza fría o un vino blanco.

A disfrutar, la mesa está servida.