Soledad y escritura.
De nuevo me aleje estacionalmente de la felicidad que me da escribir en este blog, y no es hasta que tengo un momento de soledad que vuelvo a vaciarme aquí.
Estoy solo en el departamento (solo de presencia humana quiero decir, porque mis dos perros están aquí “cuidándome”). Y cuando estoy solo con mi cabeza, divagar es la mejor terapia para la soledad.
Ahora estoy intentando divagar sin alcohol, lo cual es difícil, creo que para escribir hay que tener algún vicio (tabaquismo no cuenta), y el alcoholismo es socialmente aceptable y me refresca, lo que tiene muchas ventajas.
Esta soledad tambien me permite escribir por las noches, sin preocupar a quien me espera en la cama y puedo adueñarme de las madrugadas con mi tecleo sin mortificarme por el excesivo ruido que hace la musica de fondo o el exceso de luces encendidas.
Esta soledad tambien me permite escribir por las noches, sin preocupar a quien me espera en la cama y puedo adueñarme de las madrugadas con mi tecleo sin mortificarme por el excesivo ruido que hace la musica de fondo o el exceso de luces encendidas.
Quiero aprovechar esta cuarentena para escribir hasta saciarme o hasta volver a estar acompañado.
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