Tristeza de viernes

Los viernes se pone en la esquina de mi cuadra un vecino que produce y envasa sus propias aceitunas en salmuera. Desde que lo descubrí no he faltado ni un viernes a comprarle. (Ya lo mencioné en un post anterior)

Sus aceitunas son deliciosas y solo cuestan € 2.50, (como 55 pesos) y es mas o menos un kilo, además como es un negocio local y del barrio, los cacharritos (recipientes) donde te vende las aceitunas son retornables. Vas compras y el siguiente viernes lo devuelves. (Yo generalmente llego al depa y vacío las aceitunas en otro bote, enjuago el bote y lo regreso). El viernes pasado compre y tenia que hacer un mandado por lo tanto no le regrese el bote esperando poder hacerlo este viernes. 

Hoy cuando iba al mercado me encontré con la sorpresa de que el vendedor no se había puesto, no supe que hacer o a quien preguntarle, pero espero el próximo viernes se vuelva a poner para regresarle su cacharrito, para que mi novia pruebe las aceitunas y para despedirme de él.

Por lo pronto no habrá aceitunas para acompañar mi cerveza esta semana.

Espero que esto no sea un augurio de que las cosas que me hacen feliz aquí no podré mostrárselas a mi novia.

Ahi dice que las aceitunas cuestan €2.20, pero las aceitnas verdiales son 30 centimos más caras.

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