Espíritu, Sueño, Soñar.


Sólo hay esta diferencia: el hombre común no tiene el poder que tiene el genio de resistir con confianza en sí mismo, y se desmoronará mucho antes; renunciará a su mente, en desesperante asombro, a la primera presión.

Y te caerás, muchas veces, y entre cada caída, te romperás, en mil fragmentos, y te pondrás de pie, volverás a construirte, a coser tus cicatrices con nuevos sueños, nuevas verdades, nuevos saberes.

Y deberás seguir soñando, y pasaras hambre y frio, y sufrirás, pero en la soledad del sueño, sabrás que habrás luchado y habrás ganado. Y al día siguiente, te levantaras con una sonrisa, preparado a seguir luchando, seguir ganando y seguir sufriendo.

Serás esclavo de tus pasos, pero libre en el Camino.

Amaras, incondicionalmente, y el amor tomara tu corazón y lo estrujara entre sus manos, pero no te rendirás, convertirás cada viejo amor, en sabiduría, y seguirás amando.

Al final, paso a paso, terminaras recorriendo un Camino que es solo tuyo, hecho por ti, para ti.

Y llegara el día en que todo cobre sentido, en que será difícil que tu Fé se rompa, se pierda, por que los milagros comenzaran a suceder…

…iras a España, y conocerás gente, y unos ojos verdes te harán soñar…

Es el Camino quien escoge al Caminante, o el Caminante quien escoge el Camino.

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