Diavolo Custode
No soy, ni jamás seré un príncipe azul, no tengo siquiera un caballo blanco, soy mas bien un autodefinido Diablo Guardián...
Y la de Diablo Guardián es una especie de fascinación; un estadio de gracia egoísta, intimo, que solo se obtiene montando guardia en los viejos caminos olvidados por los que nadie transita...
Comentarios
Publicar un comentario