Heal.


De esos momentos en que el mundo se te viene abajo, y te das cuenta que te hacen falta las personas importantes de tu vida…

Y es tanto, y simplemente necesitas que alguien este a tu lado y salte contigo, pero desde hace mucho eso ya no pasa, y saltar se ha convertido en un hecho solitario.

Estando así, llega un abrazo, de esos que abarcan Cosmos, y por un momento el Universo se detiene. Y el malestar también.

Solo quería que saltaras conmigo. Que estuvieras aquí.

A veces hay que arreglarse las heridas confiando en los viejos vicios. Como la soledad y el alcohol.

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