La vida sigue…

El viento entra por mi ventana, hace sonar mi colgante de bambú, mueve mi banderín y toca mi cara.

Mi estomago hace ruido, tengo hambre, mi mente piensa en las tareas por hacer, en las calificaciones que hay que sacar.

La gente pasa por mi ventana, con sus propios problemas, con sus propios sueños, gritándose, saludándose, mis amigos continúan con sus rutinas, aun así, se tomaron el tiempo de hacerme ver que están conmigo.

La tele continua con su programación habitual, me llegan los mil mails  diarios…

Pero lo que realmente me hizo levantarme fue una serie de pensamiento que se iniciaron con un solo hecho: un mail acerca de el calentamiento del mar y como afecta al coral en las costas de México. Eso me hizo darme cuenta que la vida sigue, y que para cumplir mi tarea, y continuar mi Camino, no puedo detenerme ni un instante, la naturaleza no deja de luchar, cada día pierde mas y mas batallas y aun así no se da por vencida, entonces, ¿por que habría yo de detenerme?.

La vida sigue, mi misión también, y mis enemigos, no descansan.

La vida sigue…