Tras de ti…

Caminaba cuesta arriba, con un ramo de flores blancas en la mano, rosas y alcatraces. Me encaminaba a visitar la tumba de un viejo amor.
Mientras caminaba y cavilaba acerca de lo mucho que había pasado el tiempo y lo poco que el amor había vuelto a pasar, tuve la impresión de que me seguían, y yo, con mi paranoia a cuestas, buscaba mirando de reojo a mi imaginario fan acosador perseguidor. Sin embargo, no notaba nada, solo el pequeño atisbo de un movimiento en la periferia de mi visión, y eso empezó a asustarme.
Acelere el paso, mas por miedo que por ganas de llegar, y en un santiamén, lo tuve frente a mi. Estar de nuevo en aquel santuario mortuorio me impresiono, era grande tan grande como el amor que allí, yacía enterrado.
Al estar frente a aquel túmulo, olvide momentáneamente mis pasados miedos, y mientras olvidaba que ya no amaba, me postré frente a aquella lapida y con cuidado limpie la suciedad que en ella había, para al fin limpia leer lo que en ella decía:
A LA MEMORIA DEL AMOR DE:
MARIANA A. G.
Y
MARIO B. C.
M Y M PER SEMPRE E PER SEMPRE

Y allí postrado recordé que ya no amaba, y sobre aquella blanca y fría lapida deposite una lagrima y aquel ramo de flores…Y de pronto volví a escucharlo, un ruido de pasos, desembarazado ya del ramo de flores, decidí enfrentar a aquel persistente acosador, ya fuera de este mundo o del otro, y reuniendo todo el valor que pude (que en realidad es bastante), me dirigí al lugar donde creí escuchar aquel ruido.
No había nadie, y molesto ya por aquel acoso silencioso, grite molesto, – ¿Quien eres?, ¿Que quieres de mi?, ¡Muéstrate cobarde! – pero no obtuve mas que silencio, - ¿Donde estas?; – ¡Tras de ti!.
Lentamente gire hacia donde aquella voz me dijo que se encontraba, y efectivamente tras de mi encontré a la dueña de la voz.
-Hola- le dije, –¿Quien eres tu y por que me has seguido?-; ¿Quien soy yo te preguntas?, vaya, no esperaba que tu hicieras esa pregunta, pero me han llamado de muchos nombres, sin embargo se que tu sabes quien soy, mírame, y di mi nombre.
Y procedí a mirar aquella extraña aparición, que mientras yo interrogaba no había notado. Era una mujer,  hermosa, de una belleza casi, no,mas bien etérea, rubia, de proporciones generosas y delicadas, sus ojos eran… y en ese momento lo supe; - ¡Eres la Muerte!- dije.
-Si, así es, confiaba en que al no haberme reconocido al primer momento, ya no me reconocerías, pero lo has hecho- dijo ella.
- Nunca te imagine así, siempre tuve otra imagen de ti, aquella que tenia que ver con una hoz y un montón de huesos-.
- Si, suele ser una de mis apariencias, sin embargo se cuanto gustas de las mujeres bellas, así que me he decidido aparecerme en esta forma para ti, ¿Que acaso no soy bella?. Pero mas bien dime, ¿Que me ha delatado?-.
-Pues muy fácil, te han delatado tus ojos, yo suelo contemplar cuerpos, pero enamorarme de miradas, y en la tuya he visto el terror del final, y la paz del descanso. Y si, claro que eres bella. Pero aun así, eso no me dice el ¿por que estas aquí?.
- Pues muy fácil, que estoy aquí por que tu lo has pedido-, ¿Yo?,- si tu, cuantas veces no has dicho que vives como vives, y amas como amas, por que no temes a la muerte, y no la temes por que no la conoces. Además estoy aquí por otra razón, la mas importante por que mi hermana la Soledad, me lo ha pedido. Dice que has caído en una depresión insoportable, y que para curarla, has recurrido a salir con tus amigos, en lugar de encerrarte en tu cuarto a regodearte en ella como acostumbras, has decidido salir con tus amigos, dejándola abandonada y sola.
- Mmmm, ¿Y no te parece esto un poco egoísta de parte de tu hermana?-. Pues si, pero al igual que tu, ella es egoísta, todos los solitarios lo son, y mas aquellos que están enamorados. Pero déjame decirte algo mas, deja ya de penar, sabes muy bien que ya has fracasado, el amor que tu buscas no existe, y te cansaras mas de buscarlo, y cuando te sientas solo, cansado y falto de fe en el amor, aceptaras por fin compartir el resto de tu vida con una de aquellas que ya antes te ha dicho ese te amo que tu tanto reniegas en decir, y aprenderás a mentirle que la amas, hasta que tal vez un día termines por creértelo. Pero tu sabes muy bien que ya estas condenado, eres un Diablo Guardián, y aun en el caso de que encontraras ese amor que tanto buscas, al final no importaría, pues cuando venga a recogerte no vendré sola, traeré conmigo a la Soledad, para hacerte compañía. Y así al final no importara el que hayas o no amado, pues al morir morirás solo, y vagaras en la condenación, solo. Así que deja ya de buscar, vive como has vivid cuando no has estado enamorado, para que cuando tu alma vague en los infinitos, tengas los recuerdos de todo aquello que hiciste, y no la tristeza de lo que amaste y perdiste.
Ya me has visto aquí, así que sabes que no hay que temerme, aunque siempre sospechaste que yo te seguía los pasos, pero nunca hasta ahora habías volteado hacia atrás. ¡Vete ya y no me busques!, pues cuando aparezca en tu lecho no será para pasar el rato. Así que te repito: vive como si el mundo se fuera a acabar mañana, por que quien sabe, tal vez mañana me apetezca ver el amanecer entre tus brazos…

Comentarios